Península de Maní. Grecia

La península de Maní en Grecia se sitúa en el sur, en el centro de las tres penínsulas  en el Peloponeso.
Distinguimos el Maní Exterior al norte y Maní interior al sur.Tiene un paisaje árido, con casas de piedra que parecen atalayas defensivas, que se ven por toda la región, es una reminiscencia de las edificaciones que se realizaban para defenderse de los enemigos, la mayoría son los descendientes de los antiguos espartanos, quereros por excelencia.

Bañada por el mar Jónico y el mar Egeo tiene pueblos muy espectaculares y playas con aguas cristalinas, que aunque no solitarias no están masificadas.
En el cabo Ténaro (en a punta sur) se produce la unión de ambos mares y la vista es espectacular.

Hay una carretera que recorre la costa bordeándola en su totalidad, nosotros empezamos por el oeste, por Kardamili y bordeamos hasta Gýtheio en el este.

Nosotros visitamos Mani Exterior al noroeste y Mani Interior al suroeste.

Kardamýli.-

Es una ciudad bonita, con numerosos cipreses que llegan casi hasta el mar.
Tiene mucha historia, desde tumbas micénicas hasta y podemos visitar también la antigua Kardamýli ( esta señalizado).
Otra curiosidad es que aquí vivió el viajero y escritor británico Patrick Fermor.
Cerca encontramos Stoúpa, con playas arenosas y famosa sobre todo porque el escritor Nikos Kazantzaákis vivió aquí una temporada y se inspiro en un hombre de aquí para crear el personaje de Zorba el griego.

Aerópolis.-

Es un pueblo también costero, situado en las estribaciones Monte Taygetos. Está  muy enfocado al turismo, con muchas flores, muy cuidado y con rincones coquetos.
Merece la pena bajar hasta la zona del puerto y darse una vuelta por sus callejuelas , y comer o cenar ahí, hay muchos lugares para ello.
Podemos pasear tranquilamente y visitar un par de iglesias bizantinas que hay.

Seguimos la carretera costera con unas vistas impresionantes sobre la costa Umbría, haciendo paraditas para contemplar el paisaje.

Cabo Ténaro o Matapán.-

El cabo Ténaro es el punto más al sur de la Grecia continental, donde se produce la unión del mar Jónico con el mar Egeo.
Según la mitología es la entrada al inframundo, podemos ver unas pequeñas cuevas donde habita el Dios Hades situadas en la costa rocosa.

Cuando llegas al aparcamiento hay caminata de 2 km hasta el faro, que se ve a lo lejos.
La costa es rocosa, muy bonita, con pequeñas calas de agua cristalina que invitan al baño.
Hay varios restos arqueológicos, como una iglesia en ruinas, Agioi Asomatoi, construida sobre los cimientos de un templo a Poseidón y el Oráculo de la Muerte.

En ese punto empezamos a subir por la parte este de la península , y nos detuvimos para ver el Vathia. Un lugar bonito, perdido en la ladera de la montaña, que merece una parada.

Gytheio.-

Seguimos subiendo por la carretera del este, bordeando la costa y llegamos a Gytheio o Githio.

En la antigüedad, Githio era el puerto de Esparta, actualmente ha perdido la importancia comercial, pero se ha enfocado hacia el turismo.
Hay muchos lugares tomar algo y muchos restaurantes en el paseo marítimo.
Su puerto pesquero es importante y si paseas un poco en frecuente ver colgados en cañas, piezas del mar secándose al sol.

Desde la playa podemos contemplar  en el islote de Marathonisi (antiguamente llamado Cranae) donde Helena y Paris, cuya historia de amor desencadenó la guerra de Troya, pasaron su primera noche juntos tras huir de Esparta.

Esparta.-

Desde ahí ya nos fuimos hacía Esparta, que actualmente es una ciudad moderna, de la queda poco de todo su esplendor.

Ya que fue todo un hito en la historia de la Grecia clásica.
Pero no podíamos pasar cerca y no visitarla, sobre todo ver la tumba de Leódinas I .
No hay mucho que ver, ya que esta escuetamente la tumba vallada en medio de un parque.
Fue rey y general espartano que jugo un papel muy importante en la historia de Grecia.

Así completamos una de las grandes rutas que nos habíamos propuesto en esta viaje.