Dublin (IE)

Lo primero que tengo que decir, es que nos encantó el viaje, cumplió todas nuestras previsiones.

Desde las visitas turísticas a los pubs, que en Irlanda son algo fantástico.
La mayoría ofrece muy buena comida, con menús muy variados a precios buenos, e incluso algunos de ellos con música en directo, ideales para comer o cenar.

Descubrir la ciudad.-

Como es difícil recorrer una ciudad por tu cuenta y en tan poco tiempo, teníamos solamente cuatro días, elegimos descubrir Dublín con tours ya establecidos.
Concretamente hicimos dos , el recorrido es muy bueno, visitas lo principal de la ciudad, el guía muy amable y la explicación y anécdotas que contaba te hacen muy ameno todo el trayecto.

Con el primero es un Free tour por Dublin, con Civitatis, es gratuito, lo que no implica que tú le des algún dinero al guía, si piensas que te ha gustado y lo hace bien, en este caso recorrimos toda la parte antigua.

El paseo comienza junto al Ayuntamiento, en la Plaza Barnardo.
S
e visita también el Castillo de Dublín.

El mítico barrio de Temple Bar o Leinster House.

Además, la Biblioteca Chester Beatty, las reliquias medievales y los restos vikingos de la ciudad Dublinia, el Dublín georgiano, la Catedral de Christ Church y los jardines Dubh Linn se encuentran detrás del castillo.

Trinity Collage.-

El Trinity College hay que comprar las entradas con anterioridad o ir muy temprano, pues se agotan enseguida.
Se visita todo el recinto exterior, ya que muchos edificios están en activo para la vida universitaria.
Pero sin duda alguna la joya de la corona es la Biblioteca, solo por eso merece la pena la entrada, es preciosa, con ejemplares únicos y fantásticos te permiten deambular a tus anchas todo el tiempo que quieras.

En Dublin casi siempre en invierno, hay una neblina por la noche.
Por eso otro de los tours que hicimos de Misterios y leyendas.
Muy recomendable al mil por mil, porque te da una visión diferente, mágica y misteriosa de la ciudad. Se recorren callejones y lugares curiosos del centro, donde todo encaja y se presta a imaginar otros tiempos.

El Dublín comercial.-

El Dublín más comercial, más bullicioso, por el día, son las calles O’Connell Street, y su famosa aguja The Spire (Monumento a la Luz) y junto a ella parte Henry Street, otra calle super comercial.
En esa calle encontramos un local muy curioso,
The Church , una antigua iglesia reconvertida en pub-cafetería, es un poco cara y las veces que quisimos entrar estaba lleno el local.

La iluminación de Navidad.-

Como fuimos en invierno la noche llega muy pronto, hacia las cuatro de la tarde ya empieza a oscurecer, pero merece la pena ver la iluminación de las calles, de los comercios.
Realmente no encontramos un mercado de navidad propiamente dicho, pero los comercios y las calles se engalanan muchísimo.
El ambiente navideño se palpa por todos lados .

El Barrio más bullicioso .-

Uno de los lugares que debemos visitar ya por la tarde noche, es la zona al otro lado del rio, un barrio de Dublín Temple Bar, ya a que si durante todo el día hay ambiente, por la noche ya es algo espectacular.
Cruzamos por el puente Ha’Penny Bridge, que es de los más famosos, cruza el rio Liffey desde 1816.

El barrio de Temple bar es un barrio bohemio.
Está lleno sobre todo de pubs, pero también de muchos restaurantes curiosos. Tiendas muy alternativas y cosas de segunda mano.
No puedes pasar por Dublín y no tomarte una pinta en alguno de los muchos pubs de este barrio.

La fábrica de Guinness.-

Otra de los lugares que hay que visitar en Dublín es la fábrica de cervezas Guinness.
Sacamos la entradas con antelación por internet, ya que siempre hay mucha demanda, aunque en las afueras, se puede llegar muy bien andando desde el centro.

La visita es muy interesante, ya que nuestra la antigua fábrica.
Te van explicando la forma de fabricación, y todo el proceso, así como los inicios de la empresa y todo.

Son siete pisos en los cuales te encuentras desde la zona de fabricación, tueste, y todo el proceso, hasta la publicidad que se empleó.

Puedes probar diferentes tipos de cervezas, ya que hay catas de cervezas, la posibilidad de “ tirar” tú mismo cervezas.
La verdad es que a nosotras nos ocupó toda la tarde, porque puedes recrearte todo lo que quieras.
Como ya os he dicho, nos gustó mucho, desde luego un lugar para repetir