Argólida-2. Peloponeso. Grecia

La región de Argólida, situada en el noreste del Peloponeso, es un destino que combina historia, cultura y paisajes impresionantes.

Con infraestructuras adecuadas tanto en carreteras como en servicios turísticos, Argólida se presenta como una opción ideal para aquellos que desean explorar las raíces de la civilización occidental.

Nosotros visitamos varias ciudades, como Nemea, Micenas, Epidauro y Naupila.

Epidauro.-

Epidauro era conocido principalmente por su impresionante teatro y su antiguo santuario dedicado a Asclepio, el dios de la medicina

Fundado en el siglo IV a.C. y rápidamente se convirtió en un importante centro religioso y cultural.
Se encuentra cerca de la costa y rodeada de montañas, lo convirtió en un lugar ideal para el desarrollo de un santuario.
La ciudad fue famosa por su sanatorio, donde los enfermos acudían en busca de curación a través de rituales y tratamientos médicos.

El Teatro de Epidauro.-

Esta considerado uno de los mejor conservados de la antigua Grecia.
Construido en el siglo IV a.C., el teatro tiene una capacidad para más de 14,000 espectadores y es conocido por su excepcional acústica.
Aún hoy en día, se celebran representaciones teatrales 

Santuario.-
Epidauro no solo era un lugar de entretenimiento, sino también un centro de sanación.
El Asclepius, el dios de la medicina, era adorado aquí, y el santuario se convirtió en un lugar de peregrinación para aquellos que buscaban alivio de sus dolencias. 

En 1988, Epidauro fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo su importancia histórica y cultural. 

 Nauplia.-

Nauplia, una joya del Peloponeso.
Fue la primera capital de Grecia tras su independencia de los turcos otomanos.
Esta ciudad, con un aire veneciano que aún se respira en sus calles, es un destino que combina historia, arquitectura y belleza natural.

La ocupación veneciana dejó una huella indeleble en la arquitectura de Nauplia.
Sus edificios neoclásicos, con fachadas elegantes y balcones de hierro forjado, cuentan historias de un pasado glorioso.

La ciudad está protegida por una serie de fuertes defensivos, que fueron construidos para salvaguardar a sus habitantes de invasores.
Entre ellos, destaca la Fortaleza de Palamidi, que se alza majestuosamente sobre un acantilado.

El Islote de Bourtzi.-

Frente al puerto se encuentra el islote de Bourtzi, donde se erige una fortaleza que sirvió como defensa contra los piratas.
Este pequeño islote es accesible en lancha desde el puerto.

El casco antiguo es un laberinto de calles estrechas y plazas encantadoras.
Llenos de una  variedad de cafés, restaurantes y tiendas que ofrecen productos locales. 
merece la pena